Basura y asteroides

-388 | 7 de julio 2020

La recolección de basura en Barrio Dent es los martes y viernes. Jueves es para el reciclaje. _temporal está ubicado en el preciso y por eso ambiguo límite entre el cantón de Montes de Oca y el cantón de San José. En un comienzo no quedaba claro a cuál municipalidad le correspondía llevarse los desechos, por eso no tengo claro cuándo pasa acá la basura y por eso en vez de hablar de _temporal hablo de Barrio Dent.

Hoy es martes. Las bolsas de basura son blancas, verdes y negras. Los perros las huelen; de momento solamente existe en esta zona un perro que anda sin correa siempre y solo él tiene la dicha canina de a veces hacerles huecos y disfrutar los regalitos comestibles que muchas veces contienen. Hay hombres, varios, distintos, de distintas edades y distintas estéticas, que tocan las bolsas y parecen saber identificar, por medio de un toqueteo veloz y ligero, si hay algo de valor en ellas. No he visto a ninguno de estos hombres agarrar nada de ninguna bolsa, entonces no sé qué tipo de objetos valoran.

Dice Hawking que es probable que nos pega un asteroide en los próximos mil años y chau. 

En tiempos modernos no hay registro de alguien morido por meteoritos (morido me gusta así tal cual). Una o dos veces cada mil años nos pega un meteorito de más de diez metros de diámetro y eso es una cagada. Los que miden menos de diez, que vienen con una fuerza equivalente a varias bombas atómicas, se disuelven bastante con la atmósfera y a la tierra solo vienen a caer unos pedazos por allá y por acá, muchos en el océano.

Hay una ciudad, Nordlingen, instalada en la mitad de un cráter generado por un meteorito de 1500 metros de diámetro que pegó hace quince millones de años. Ese tipo de meteorito, que seguramente es mejor llamar asteroide, ocurre cada millón de años. 

Para jodernos, realmente jodernos, ocupamos un asteroide de uno a dos kilómetros de diámetro. Uno de esos afectaría el clima, mataría los cultivos y chau bastantes de nosotros. Si mide más de cinco kilómetros se vienen las extinciones masivas.

Una amiga y yo hablamos de que muchas veces y de repente deja de tener sentido lo que uno hace. Que pareciera que hay una esfera que nos protege y nos permite creer que lo que hacemos tiene sentido, y que solo nos percatamos de esa esfera cuando se explota momentáneamente, y es en ese instante que para qué cualquier cosa; pero que rápido la reconstruimos o rápido se reconstruye ella. Si consideramos esto de los meteoritos y asteroides, y/o si consideramos lo minúsculos que somos realmente, tiene sentido: seguramente alguna parte de la conciencia sabe, realmente sabe, esa clase de verdades y a veces nada más no aguanta las ganas de hacérnoslo saber.

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Diario de una exinquilina de temporal