Algunos objetos del estudio de Luciano, con énfasis en plástico

-673 a -669 | 26 - 30 de setiembre, 2019

Este texto es un ejercicio de escritura basado en esta foto del estudio de Luciano, tomada por Juan Tribaldos.

Este texto es un ejercicio de escritura basado en esta foto del estudio de Luciano, tomada por Juan Tribaldos.


Arriba a la izquierda: una foto de una Barbie al revés 

No se le ve la cara pero todos sabemos que es Barbie porque se asoman esas dos piernas de plástico color Barbie con esos dos pies de puntillas sobre los que siempre se pasea Barbie. La foto la tomó un fotógrafo guatemalteco que conoció a Luciano en un viaje a Costa Rica. En ese viaje al fotógrafo le gustó el trabajo de Luciano y por eso posteriormente publicó un texto y unas imágenes sobre Luciano y su trabajo en una revista centroamericana de arte, arquitectura y cultura fundada por él en el 2005.

Un artista guatemalteco me dijo que ni en En Salvador ni en Honduras hay buenos lugares para imprimir fotos y que por eso muchas personas viajan a Guatemala o envían sus fotos a Guatemala para que se impriman ahí. Así que es válido asumir que esta foto de la Barbie al revés fue impresa en el país de origen del fotógrafo. Dónde se tomó esta foto no sabemos. De dónde es la Barbie depende de su fecha de nacimiento: si nace en los sesentas es de Hong Kong, si en los noventas es de Indonesia, si en los últimos veinte años es de China. Poco probable que la de la foto haya nacido en los sesentas porque las que nacieron en ese tiempo hoy cuestan entre $3,000 y $17,000. Ese precio es porque la primera Barbie nace el 9 de marzo de 1959.

Barbie se llama Barbie porque la que las inventa, inspirada en una muñeca adulta que en ese entonces vendían solamente en Alemania y en el hecho de que en Estados Unidos solo existían muñecas con cuerpos de niñas, tiene una hija llamada Bárbara. La primera Barbie trae los pies en puntillas, es rubia o de pelo café, trae el pelo en una cola, tiene pava, usa vestido de baño entero de rayas negras y blancas. Cuando Barbie nace los alemanes que hacían la única muñeca con cuerpo de mujer le meten una demanda a Mattel, que es como se llama la empresa que crea la Barbie, que es la empresa del esposo de la que se le ocurre que el mundo necesita tener Barbies.

Hasta la fecha se han creado más Barbies que ticos, pero eso no sorprendería a nadie; también más Barbies que centroamericanos, que tampoco sorprende tanto. Sin embargo, la venta de Barbies ha disminuido drásticamente desde el 2014, en parte porque ahora los niños superan las cosas más rápidamente: antes la edad promedio de superación era los nueve años, hoy es los seis años –y en mi caso fue alrededor de los once años, por dar un ejemplo concreto–. Tal vez si no nos extinguimos con este apocalipsis climático inminente parcialmente causado por el exceso de piernas, brazos y tacones de Barbie que hoy flotan en el mar, algún día habremos vivido sobre esta Tierra más centroamericanos que Barbies.

En el 2016, algunos años antes o después de que se tomara esta foto que cuelga en el estudio de Luciano, el Museo del Louvre hizo una exposición en honor a las Barbies en la que 700 Barbies invadieron dos pisos del museo. Según BBC News, los curadores de la exposición justificaron la exposición alegando que son un objeto serio y digno de estudio porque dicen mucho sobre la sociedad occidental después de la segunda guerra mundial. Ni el Museo del Louvre ni este fotógrafo guatemalteco amigo de Luciano fueron los primeros en mezclar Barbies y arte, hay muchos otros artistas pero hoy solo vamos a hablar de Warhol. En el 86 Andy Warhol pinta una Barbie que se vende en Christie’s London por $1.1 millones y en el 2015 la Fundación Andy Warhol colabora con Mattel para crear la Andy Warhol Barbie. Hoy hay personas, mayoritariamente mujeres mayores de cuarenta años, que coleccionan Barbies y la Barbie que se ha vendido por más dinero se vendió en el 2006 por $17,000, mucho mucho menos que el precio por el que se vendió la Barbie que pintó Warhol, obviamente.

 
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Diagonal a la Barbie: una muñeca de plástico a la que Luciano le pinta las piernas de gris

El torso no lo toca: luce camisa rosada, pelo rubio, es delgada, en sus manos sostiene un libro abierto de tapa oscura y páginas blancas. A la par pero al revés: un muñeco de plástico del mismo tamaño e igual de delgado al que Luciano le pinta el torso y los ojos –pobre– de gris. En el caso del muñeco, son las piernas las que no toca: luce zapatos negros, pantalón azul, faja negra, es policía. Sabemos que lo es porque la faja es de las que carga pistolas y porque usa una gorra de policía, normalmente azul, ahora gris.

Muñeca y Muñeco viven juntos pero no revueltos. Comparten un aburrido espacio cuadrado delimitado por un marco cuadrado. El espacio entero, marco incluido, está pintado mitad gris, mitad blanco, con Muñeca de un lado, Muñeco del otro. Muñeco todo lo ve gris, Muñeca todo lo ve como lo vemos nosotros. Como no pueden mover los ojos, ni Muñeca sabe que a la par tiene a Muñeco ni Muñeco sabe que a la par tiene a Muñeca y así se les pasará la vida, cada uno creyendo que está absoluta y perpetuamente solo. Igual que las 700 Barbies, Muñeco y Muñeca y la caja en la que viven también se hospedaron por un tiempo en un museo llamado el Museo de Arte Costarricense.

A la izquierda de Muñeca y Muñeco y su hogar hay otro marco cuadrado que también vivió en el Museo de Arte Costarricense. Este segundo marco es más grande que el de Muñeca y Muñeco #1, y también está pintado mitad gris, mitad blanco. En el puro centro de este marco más grande vive un marco muy muy pequeño que también está pintado mitad gris, mitad blanco y en él vive una versión muy muy pequeña de Muñeca y Muñeco #1. Lógicamente los #1 y los #2 nunca van a saber que existe la otra versión de ellos porque cada uno está atrapado adentro de su propio marco y además los #2 viven adentro de un marco que vive adentro de otro. Imposible, totalmente imposible que se lleguen a conocer, igual que nosotros que poco o nada sabemos de lo que existe afuera de nuestros marcos individuales/colectivos/terrestres.

 

Encima de Muñeca y Muñeco #2: Un ensamble que también se hospedó en el Museo de Arte Costarricense

Pero se hospedó ahí un año antes, en el 2017. Este ensamble también contiene muñecos de plástico: figuritas humanas amarillas que usan cascos y que quedaron petrificadas en posturas extrañas y difíciles de interpretar; un estereotípico native american con plumas en el pelo y arco y flecha en mano, pero es todo azul, color no tan estereotípico para un native american a no ser que la intención era unir la idea del native american con la idea del príncipe azul; y un chancho gordo color rosado rostizado. Todos seguramente nacieron en China, igual que Barbie e igual que Muñeca y Muñeco #1 y #2.

El ensamble tiene también pinos de plástico y escaleritas de madera de balsa. Se hospedó en el Museo porque se ganó un premio en el Salón de Artes Visuales, re-estrenado precisamente en ese año 2017, después de muchos años de no existir. El ensamble gana dicho premio junto a una pintura que es un súper zoom in de una pequeña esquina de este pequeño ensamble, solo que la pintura es absurdamente enorme (como medio burlándose mediante escala de que uno humano es capaz o de hacerse un mundo exageradamente grande a partir de un grano de sal, o de olvidarse del mundo como si fuera un minúsculo grano de arena).

La madera de balsa viene del árbol del mismo nombre que crece en el bosque subtropical de países centro y sur americanos. La balsa es la madera más ligera que se conoce, más liviana que el corcho, y no está en peligro de extinción porque crece súper rápido. En general para nada es la balsa como el plástico que ya circula por nuestras venas: en los bosques la balsa es la que cuida a las demás especies porque como crece tan rápido y tan fácil, cuando un lugar se quema todo como recientemente el Amazonas, ella es de las primeras en nacer y hacerse alta para así generarle sombra a otras semillas que necesitan condiciones más protegidas para nacer y sobrevivir. La madera de balsa no se usa solo para ensambles y aviones miniaturas, como pensaba yo, por ejemplo la tina en su casa puede que contenga balsa, también su tabla de surf y sus turbinas eólicas.

 

En la esquina superior derecha del ensamble: una foto en blanco y negro

De un hombre delgado relativamente joven en saco y corbata con una mirada de total desconfianza que en algo se parece a los Muñecos/Policías #1 y #2. La fotografía proviene de una revista estadounidense llamada The American Home, revista de la que Luciano encuentra múltiples copias en el ático de una casa en Barrio Escalante, casa que luego se convierte en un restaurante al cual le ponen el nombre de la tatarabuela de los fundadores del restaurante porque fue ella quién originalmente vivió en la casa. Esta tatarabuela, llamada Isolina, fue la que heredó las tierras donde luego su esposo fundó el barrio que bautizó con el apellido de él, Escalante, en vez del de ella, de Vars del Castillo. Luciano encontró estas revistas en esta casa porque él participó en el rediseño del restaurante, el cual estuvo a cargo de un estudio de arquitectura y diseño llamado Santa Furia.

The American Home nace en 1928 y muere en 1977. En ese tiempo circulan millones de copias enfocadas en guiar los gustos de las mujeres, donde con mujeres nos podemos imaginar a la Muñeca #1 y #2, las delgaditas con sus libritos en las cajitas quediticas, o nos podemos imaginar a las 700 barbies con sus eternas puntillas y tacones, y a lo mejor también a las mujeres que vivieron en Barrio Escalante en ese tiempo, pero muy seguramente no nos podemos imaginar a la indiscreta Barbie que se posa en la foto del guatemalteco con sus piernas y calzón expuestos. 

 

Y debajo de la indiscreta Barbie

De pie, sobre una caja blanca cuyos contenidos desconocemos porque solo se pueden ver a través de una mirilla, un gorila rosado fosforescente está tal vez perdido en las piernas de Barbie semidesnuda o está tal vez a punto de destrozar al perfecto hombre de The American Home y su reino de pinos plásticos, chanchos gordos, escaleras de balsa, hombres amarillos y native americans príncipes azules.

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